BRESCIA, ITALIA EN UNA CIUDAD

 Hay una Italia sorprendente, un tesoro aún por descubrir, para quien no se conforma con los itinerarios tradicionales.Brescia y su territorio ofrecen una extraordinaria riqueza de monumentos y obras de arte, además de una excepcional variedad de paisajes hechos de lagunas, colinas, montañas, glaciares alpinos y espléndidas ciudades de arte. Visitar Brescia garantiza emociones inusuales: inmersiones en las excavaciones arqueológicas y las aguas termales, windsurf en el lago, esquí veraniego en el glaciar y el acercamiento al mundo de las armaduras y los coches de época. Como los versos de un poema, los lugares de esta tierra saben suscitar intensos sentimientos: por ello fueron elegidos, ya desde la antigüedad, por grandes poetas que allí construyeron sus mansiones para disfrutar de vacaciones regenerantes. Un buen ejemplo es la grandiosa villa romana de Catullo, edificada en el lugar más panorámico y sugestivo de la península de Sirmione, cerca de fuentes termales ya apreciadas por los romanos y aún en plena actividad. La residencia del siglo XX del poeta D'Annunzio, el "Vittoriale degli Italiani", es una casa-museo única en el mundo, rodeada por magníficos jardines y arquitecturas simbólicas, en la orilla bresciana del Lago de Garda. La antigua ciudad de Brescia, fundada por los celtas y ensalzada por los romanos, es un baúl donde se esconde un tesoro: el Museo de Santa Giulia, uno de los más prestigiosos de Europa. Un auténtico Stargate, una puerta que nos conduce a un extraordinario viaje en el tiempo, a través de todas las civilizaciones que se sucedieron en Brescia y en Italia.Como una maravillosa caja china, el museo conserva edificios históricos de gran valor. El monasterio medieval albergó a Ermengarda, mujer de Carlomagno, el primer emperador de Europa. El viaje en el tiempo continúa del museo a la ciudad. A pocos pasos hallamos un gran teatro, el foro y el templo.Estas espectaculares ruinas muestran la gran habilidad arquitectónica de los romanos. Un gran castillo domina la ciudad de Brescia. Se encuentra en pleno centro histórico, enriquecido por murallas y torres construidas en distintas épocas, y alberga uno de los principales museos de armaduras de Europa. Los habitantes de Brescia siempre tuvieron gran predilección por el arte de elaborar los metales, como se observa en las cercanas minas de Val Trompia. La pasión por el hierro no sólo se expresa en las armaduras, sino también en las espléndidas formas de los coches de época, protagonistas de la histórica carrera de Mille Miglia que todos los años comienza y termina en Brescia.El corazón urbano de Brescia es la Piazza della Loggia, cuya arquitectura veneciana recuerda el gran dominio de este pueblo en gran parte del norte de Italia. Las obras de los principales pintores italianos, desde Tiziano hasta Rafael, pueden admirarse en las iglesias y los palacios de la ciudad. Hasta el barrio más popular -- el Carmine -- es una obra maestra de arquitecturas de época y pintorescas vistas. El territorio de Brescia alberga mundos en miniatura, como Franciacorta, cuyos excelentes vinos espumosos compiten con el champagne. Aquí todo es de calidad: los mejores restaurantes, los más sofisticados centros de belleza, un itinerario enogastronómico con el sello de la alta cocina y la calidad de la hotelería italiana. Colinas decoradas por viñedos, monasterios benedictinos, villas castillos se subsiguen hasta el pequeño Lago de Iseo, que alberga otro microcosmos: Montisola. Mientras que el Lago de Garda es luminoso, mediterráneo, dinámico y joven, el Lago de Iseo nos trae atmósferas de otra época. Subiendo por Valle Camonica hasta las cumbres de Adamello, entramos en otro microclima, el glaciar de nieves perennes. El lugar por donde hoy bajan los esquiadores, gracias a modernas telesillas, fue escenario de las batallas históricas combatidas a mayor altura durante la Primera Guerra Mundial, cuyos sugestivos restos aún pueden admirarse.En las laderas del valle, sobre las rocas limadas por la Era Glacial, fue grabado el enigmático código del pueblo de los camunes.Un poema épico con miles de imágenes que narran la vida de los pueblos prehistóricos.El territorio bresciano nos sigue sorprendiendo. Basta pasar una curva y aparece uno de sus lagos: Garda, Sebino, Idro, cuencas amadas por los turistas y llenas de prestigiosos hoteles, aldeas históricas, olivares y viñedos, playas y campos de golf. Es inolvidable la ruta panorámica del Alto Garda, acorralada por las empinadas paredes rocosas, el lago y las tradicionales plantaciones de limones. Desde la prehistoria hasta el siglo XXI, los habitantes de Brescia han sabido crear una forma original de "Italian Style & Life". En los restaurantes de alta calidad se pueden apreciar platos creados por chefs de fama internacional y, sobre todo, algunos de los mejores vinos y quesos "made in Italy". Para las compras, sólo queda elegir.